Llega un cachorro nuevo a casa y queremos bañarlo, te explicamos como hacerlo.
Cuando nos llega un nuevo cachorrito a casa queremos ofrecerle los mejores cuidados posibles, uno de los mas importantes es su higiene, al verlo tan pequeñín nos surge la duda de si podemos bañarlo y como debemos hacerlo. Si la suciedad no es muy importante, o queremos evitar el baño convencional, podemos utilizar las toallitas de limpieza para perros que son una solución muy cómoda, segura y práctica. Si definitivamente necesitamos darle un baño, es fundamental no exponer al cachorro a diferencias de tempera importantes, no debe pasar frío ni demasiado calor de lo contrario se nos podría resfriar. El mayor riesgo de que se nos ponga enfermo no es el resfriado en si, sino que nuestro veterinario deberá retrasar el calendario de vacunación hasta que se encuentre perfectamente sano para poder continuar con las vacunas, con los riesgos que conlleva el que su sistema inmune se refuerce mas tardíamente.
¿Que debo tener en cuenta para bañar un cachorro?
- La temperatura del agua del baño ha de ser de unos 40º, próxima a la temperatura corporal de nuestro cachorro. En la estancia donde se realice el baño y el secado no debería hacer frío ni haber corrientes de aire.
- Es importante que el agua del recipiente donde lo vayamos a bañar sea amplio y el nivel agua máximo no supere el primer tercio de altura de sus patas. Un primer baño traumático puede suponer un rechazo de por vida de nuestro cachorro a los baños y al agua en general.
- Debemos utilizar un champú específico para cachorros que respete el pH de su piel que es mas alto que el la de las personas. El uso de productos para uso personal les podría producir caspa, alergias y picores.
- Para secarlo no debemos usar un secador de aire doméstico sin control de temperatura porque podríamos causarle un golpe de calor, solo en el caso de que este electrodoméstico tuviera un selector de temperatura sería recomendable su uso. Resulta mucho mas seguro, especialmente si no tenemos práctica, hacer un secado con toallas intentando retirar la mayor cantidad da agua posible del manto. Existen unas toallas específicas para el secado rápido de mascotas extremadamente eficientes porque está elaboradas en materiales absorbentes que resultan muy prácticas.