Muchas de las especies de peces del acuario de agua dulce prefieren un agua relativamente dura. Además, la dureza de carbonatos tiene un efecto tampón que evita oscilaciones peligrosas del valor de pH (p. ej. caída del valor de pH).
Por eso, para todos los acuarios comunitarios se aplica la regla que la dureza de carbonatos debe mantenerse a un nivel de al menos 6° dKH (incluso más elevado para casos especiales, como los cíclidos africanos). Así garantiza el bienestar de los peces y el agua del acuario resulta muy resistente y fácil de cuidar.
Estabilidad y seguridad:
Tiene un efecto tampón y asegura la estabilidad del valor del pH.
Es eficaz contra la descalcificación biogénica.
Crea condiciones adecuadas (p. ej. para cíclidos africanos).