Sus efectos son múltiples, entre los que podemos destacar el crecimiento de los corales y algas calcáreas, así como sobre muchos procesos celulares.
El pH no debe fluctuar más de aprox. 0,3 puntos en 24 horas, y debe mantenerse preferiblemente entre 8,0 y 8,3. Si el pH es demasiado bajo a veces la causa puede ser una alcalinidad demasiado baja, una sal de mala calidad, sobrecarga biológica del acuario y/o aireación insuficiente.
Un pH bajo puede ser corregido, al menos en parte, mediante la mejora de la aireación (por lo tanto disipar el exceso de CO2) y mediante el aumento de la alcalinidad de NSW (agua de mar natural) valor hasta aprox 25% por encima de los niveles de NSW.
Recomendamos monitorizar el pH con regularidad para evitar derivas hacia el rango ácido que afectan significativamente a los habitantes del acuario.
Se pueden realizar 50 mediciones con este kit.